En el corazón de San José de Urama, el 2025 fue un año de profunda transformación en el componente de Desarrollo Humano. La apuesta por fortalecer capacidades, promover la educación y empoderar a los jóvenes y las familias se vio reflejada en cada acción y cada logro alcanzado.
Cre-siendo unid@s: un centro comunitario que se convirtió en territorio emocional y formativo

El Centro de Desarrollo Comunitario Cre-siendo unid@s fortaleció la cohesión entre familias, jóvenes y líderes comunitarios.
Con 27 participantes y 45 encuentros entre septiembre y diciembre, el CDC integró talleres, espacios juveniles, jornadas de manualidades, encuentros gastronómicos y formación con la IU Digital.
La comunidad lo describe como “un lugar donde se condensan saberes, recetas, colores y olores que fortalecen las relaciones interpersonales y el intercambio entre generaciones.
La olla comunitaria como espacio de construcción colectiva

En los encuentros por sectores alrededor de la olla comunitaria, 20 familias participaron activamente en espacios de formación sobre convivencia, acuerdos, límites, roles familiares, lectura y tiempo de calidad.
Lo que inició como un ejercicio metodológico terminó convirtiéndose en un lugar de conversación honesta donde los vínculos comenzaron a sanar y donde las habilidades para el trabajo colectivo se hicieron evidentes.
La analista social, Yoilides Ramírez Duarte, explica que, “cada sesión aportó herramientas prácticas, pero también abrió un espacio para reconocer que las relaciones sanas requieren diálogo, acuerdos y corresponsabilidad.
Jóvenes en poder: creatividad, liderazgo y un nuevo sentido de pertenencia

La juventud de San José de Urama vivió un proceso de expansión notable. Las actividades del grupo Jóvenes en Poder aumentaron la motivación y permitieron que 12 nuevos integrantes se sumaran, alcanzando 20 jóvenes activos.
En talleres sobre liderazgo, redes de apoyo y propósito de vida, los jóvenes descubrieron habilidades y reafirmaron su capacidad de influir positivamente en el territorio. Yoilides destaca que “es el grupo más animado y motivado, y lo que más me impactó es cómo piensan en acciones solidarias para llevar lo aprendido a los territorios más rurales”.
El compromiso se evidenció también en el reto digital ‘Mi Foto por Urama’, que contó con 20 participantes. Diez fotografías seleccionadas visibilizaron el orgullo por San José de Urama y fortalecieron habilidades en creatividad, pensamiento crítico y trabajo colaborativo. Conoce más de esta experiencia aquí.
Siete rutas de futuro: mujeres jóvenes que avanzan hacia la educación superior

La articulación con la Fundación Aurelio Llano Posada permitió que 7 jóvenes mujeres recibieran becas de sostenimiento para toda su carrera universitaria. Ellas cursan programas como Trabajo Social, Ingeniería Agronómica y diversas licenciaturas en instituciones como la IU Digital de Antioquia, el Tecnológico de Antioquia y el ICENF.
Además, a esto se suma los 21 jóvenes graduados de la técnica en producción agropecuaria del SENA.
Los jóvenes han imaginado un futuro con mayores posibilidades en el ámbito académico, están trabajando con determinación, dedicación y compromiso para materializar dichos objetivos.
Cuando las capacidades toman forma: un territorio que vuelve a creer en sí mismo
Al cierre del año, Yoilides resume la transformación en una idea poderosa: “La gente tiene muchas capacidades, muchísimas. Habilidades blandas, motivación, compromiso. Lo que requerían era creer que su proceso importa”.
Los participantes de los diferentes grupos poseen habilidades blandas como trabajo en equipo, liderazgo, pensamiento crítico y empatía. Esto ha generado que sus procesos estén consolidados y aporten al bienestar colectivo.
El 2025 dejó claro que el desarrollo humano es más que actividades: es confianza, vínculo, continuidad, escucha y propósito compartido. San José de Urama avanzó porque las familias, líderes, niños y jóvenes decidieron activar sus capacidades y caminar juntos hacia un futuro más cohesionado y consciente.




