La caña de azúcar, fuente de tradición y sustento en San José de Urama, fue protagonista de una jornada que unió conocimiento, motivación y visión de futuro. Nueve productores participaron en una gira técnica organizada por la Alianza para el Desarrollo y AGROSAVÍA, un espacio diseñado para fortalecer competencias, compartir experiencias y consolidar la disciplina productiva que garantiza sostenibilidad en el territorio.
Aprendizaje en campo: más allá de la teoría
La gira incluyó recorridos por cultivos y trapiches paneleros, donde los productores pudieron observar desde las variedades de caña hasta el proceso de transformación en panela. Casos concretos, como el efecto de una fertilización deficiente o el impacto de una sobremaduración, fueron analizados con rigor técnico para comprender cómo las decisiones diarias marcan la productividad. AGROSAVÍA reforzó un mensaje clave: “la caña no perdona”. Si no se cumplen las labores oportunas, el rendimiento se reduce de manera significativa.
Benchmarking positivo: inspiración y acción colectiva
El ejercicio permitió comparar procesos de manera constructiva. Los productores identificaron mejoras para sus trapiches y reconocieron prácticas replicables de otros colegas. Más que competencia, se trató de un benchmarking positivo, donde el mensaje fue: “Si otros lo hacen bien, nosotros también podemos hacerlo”.
Disciplina, sostenibilidad y visión de futuro
La reflexión final de los participantes fue contundente: cuidar la caña con la misma dedicación que al café es clave para garantizar productividad sostenible. En este espacio se compartieron técnicas de manejo en diferentes variedades, estrategias para enriquecer el suelo y prácticas orientadas a la sostenibilidad ambiental y económica.
El valor de la Alianza en el territorio
La gira técnica reafirma el papel de la Alianza para el Desarrollo como articuladora de esfuerzos y generadora de espacios de formación que trascienden lo técnico. Al conectar a productores con instituciones como AGROSAVÍA, se fortalece la confianza, se elevan las capacidades instaladas y se siembra la visión de un futuro sostenible para las comunidades rurales.
La experiencia de esta gira deja claro que el conocimiento aplicado es motor de transformación. Para los productores, fue una inyección de motivación; para los aliados de la Alianza, una evidencia tangible de cómo el trabajo colectivo se traduce en mayor competitividad y desarrollo sostenible.
La Voz de los Productores
Jorge Cano, vicepresidente de ASOPAFICRUZ, expresó:
“Fue una experiencia maravillosa, aprendimos sobre la administración de los cultivos de caña. Nosotros como campesinos estamos en esa transición a tener unos cultivos tecnificados, que sean orgánicos y sabemos que unos cultivos bien preparados nos llevan a una mayor producción. El conocimiento es lo más bonito que puede tener el ser humano”.
Juan Arenas, representante legal de ASOPAFICRUZ
“Resalto la importancia de la transferencia de conocimientos, fue algo muy bacano porque se pudo compartir con productores de la zona, viendo las diferentes variedades que tienen. Saber que las cañas bien administradas sí dan, y también identificar las semillas con las que podemos obtener un mejor resultado en la panela pulverizada”.